Creedme si os digo que, incluso a mí que me paso el día probando y hablando de coches, aún me cuesta referirme al coupé de referencia de Múnich como BMW Serie 4. Tradicionalmente, el BMW Serie 3 Coupé ha sido el modelo imprescindible, el que cualquiera que haya ansiado adquirir un coupé alemán habrá seguido de cerca en los portales de segunda mano, la panacea de ese automóvil de enfoque deportivo y suficientemente práctico para convivir a diario con él.
El cambio de nombre responde a una estrategia comercial, pero también al hecho de diversificar la gama con un BMW Serie 4 Coupé, Cabrio y Gran Coupé, este último en formato cinco puertas.
¿Y sabéis qué? Hemos probado los tres modelos de la gama BMW Serie 4 para hablaros de ellos sobre estas líneas.
Mira la galería completa de fotografías en Diariomotor
Aunque herede la imagen de marca y otros muchos detalles del Serie 3, BMW se ha encargado de que sus modelos de la Serie 4 aboguen por detalles exclusivos propios.
Aunque sus dimensiones no hayan crecido considerablemente, la denominación Serie 4 también pretende certificar el hecho de que este coupé vaya a gozar de un enfoque superior. Hablamos de un dos puertas de 4,63 metros de longitud, de imagen de marca, de estilo Serie 3, pero de rasgos propios que tratan de marcar una línea roja entre la berlina de toda la vida y el concepto más deportivo que emplearán a partir de ahora las series pares de BMW.
En definitiva, estamos ante un modelo perfectamente flanqueado entre un Serie 2 más juvenil y comedido en sus dimensiones y un Serie 6 que prácticamente cierra la gama BMW por arriba. El nuevo Serie 4 Coupé, en comparación, sería más bajo, ligeramente más largo y ancho que su predecesor, el Serie 3 Coupé.
El detalle inconfundible