El auge del SUV compacto peligra el liderazgo europeo del segmento B

Hace cuatro años, Nissan puso de moda el SUV/crossover de segmento B, un coche de tamaño pequeño, pero más alto y con más pretensiones a nivel de imagen. Sus características todoterreno no son relevantes, de hecho, la mayoría son de tracción delantera al igual que los modelos de los que derivan. Desde hace ocho años, el segmento B es el más vendido de Europa. Me refiero a subcompactos, utilitarios, o turismos de 3,8-4,2 metros de largo como norma general. Ese liderazgo se está viendo amenazado por el auge de esta nueva tendencia. De una cuota récord del 28% en 2003, este año puede llegar al 22,7% según IHS Automotive. Además, está la cuestión de la edad de algunos modelos, siendo los más veteranos el Corsa y el Punto, que recibirán reemplazos el año que viene y el siguiente, respectivamente. Pero en este segmento no hay una correlación elevada entre edad del modelo y ventas, el Fiesta es líder y salió en 2008… El auge de estos nuevos coches pequeños, pero más altos, se debe a múltiples razones. Podemos pensar en el diseño, en el gusto por ir sentado más alto, el que las mujeres no enseñan tanto escote cuando les para un agente, que son más apañados mientra caben en la plaza de garaje, postureo, etc. Algunos fabricantes han conseguido meter al enemigo en casa. Captur quita ventas a Clio, pasa lo mismo con el 208 y el 2008, Juke se vende cinco veces más que Micra, etc. ¿Cómo evitar ese canibalismo? Ojo, que el segmento B no es precisamente el más rentable, y exige muchas unidades vendidas y «poca» inversión. Se han acabado los tiempos en que un coche de estos duraba más de 10 años en el mercado. Tampoco son simples coches de ciudad o

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