El nuevo Ford Mustang es un punto y aparte conparado con sus ancestros. No digo nada nuevo. Está desarrollado con Europa en mente y por tanto las características del deportivo del óvalo azul casarán por fin con los gustos de los habitantes del viejo continente. Como muestra de ello nos encontramos con una trabajada silueta, con un interior mejor rematado y equipado y, sobre todo, con nuevos elementos técnicos como el eje posterior independiente. Además, se introduce para la ocasión un bloque de 2.3 litros Ecoboost.
Por si todo esto fuese poco, el icono americano hará gala de un compendio de tecnologías que además de hacerlo más divertido y asequible para todas las manos, lo hará más seguro. Al ya conocido asistente de burnouts que te permitirá fardar como si de un profesional de la técnica se tratase, hay que unir la llamada de emergencia en caso de accidente. Recordamos que este elemento se ha convertido en obligatorio para todos los nuevos vehículos, incrementando de manera notable la seguridad de los mismo.
Pero el nuevo Ford Mustang quiere ir un paso más allá y demostrar que puede ser un espejo para el resto de vehículos. El sistema de llamada de emergencia de este Pony Car advertirá a las autoridades pertinentes de muchos factores interesantes para valorar una situación de emergencia. Por ejemplo además de la llamada de socorro y enviar las coordenadas GPS, el sistema informará sobre la deceleración sufrida, el uso de los cinturones de seguridad, si han actuado los airbags y cómo fue el impacto (frontal, lateral…).
Una vez que todos estos datos hayan llegado a la central la línea se abrirá para hablar directamente con los ocupantes del vehículo. De momento conocemos que esta función llegará al mercado estadounidense, aunque como es lógico y de esperar también llegará a nuestro