Transformaron un Lotus en un deportivo eléctrico; demostraron que una berlina de lujo eléctrica era viable, superando la ansiedad por no llegar al punto de recarga gracias a una holgada autonomía; también que recorrer con un eléctrico Estados Unidos de costa a costa, o Europa de norte a sur, es posible. Y ahora, Tesla quiere demostrarnos que las alas de gaviota son útiles. Con el Tesla Model X a la vuelta de la esquina, la innovadora marca de Elon Musk quiere recuperar el canto de las alas de gaviota. ¿Les saldrá bien la jugada esta vez?
El Tesla Model X es un modelo que tiene un poco de todo, planta de berlina, habitabilidad de monovolumen y características de crossover. Tesla ya ha comunicado a sus clientes, a aquellos que iniciaron la pre-reserva del modelo antes incluso de que se haya presentado en versión definitiva, que el nuevo Model X iniciará su producción a comienzos de 2015 y que entre las características que preservará del primer prototipo estarán sus alas de gaviota, su tracción a las cuatro ruedas y, faltaría más, su propulsión eléctrica.
A diferencia del toque exótico de las alas de gaviota en deportivos como el SLS AMG, el Tesla Model X las emplea bajo la idea práctica de facilitar el acceso a las plazas traseras.
De momento, el Tesla Model X no pondrá contra las cuerdas a otro modelo de la casa, el Model S. Tesla suele abogar por un crecimiento sostenido, por una moderación en el arranque de la producción de sus productos. En 2015 irán cubriendo la demanda de los primeros clientes, de aquellos que llevan interesándose por el Model X desde que se presentó el primer prototipo en 2012.
Pero lo más sorprendente de este coche sigue siendo su sistema de puertas. Las alas de gaviota nos evocan a