Las piezas del puzzle de Aston Martin comienzan a encajar. La primera prueba de esta profunda reestructuración de la gama de Aston la veremos con la llegada del nuevo Aston Martin DB9 en 2016, un modelo que estrenaría nueva plataforma VH en Aluminio, además del nuevo bloque V8 firmado por AMG. Estamos entonces ante el tantas veces prometido punto de inflexión en Aston Martin, conociendo novedades en su gama que además contarían con nuevos enfoques gracias a la entrada en escena de Lagonda.
Una nueva etapa en Aston Martin
Pese a que Aston Martin confirmó una nueva evolución del V12 atmosférico, no podemos descartar que los V12 de AMG lleguen en algún momento a la gama Aston
El desarrollo de una nueva plataforma VH, quinta generación, responde a la necesidad de crear una arquitectura acorde a los nuevos requerimiento del propulsor 4.0 V8 Twin Turbo de Mercedes AMG. Ahora sabemos que este propulsor ofrecerá una potencia de 510 CV en el Mercedes AMG GT, por lo que su enfoque como acceso de gama en Aston Martin no debería ofrecer una cifra de potencia muy diferente.
La estrategia de producto de Aston Martin es clara, y obligatoriamente pasa por la renovación completa de sus principales deportivos. A finales de 2016 conoceremos el nuevo Aston Martin DB9 que se situará en un peldaño inferior al actual Vanquish. Ya en 2018 veremos el esperado renuevo del Aston Martin V8 Vantage, un renuevo que ya peca de excesivamente retrasado, pero que a cambio promete importantes novedades.
El actual hándicap de Aston Martin, su continuista y poco evolucionado diseño, promete ser uno los principales cambios en esta nueva etapa. Esto no quiere decir que Aston vaya a sorprendernos con una ruptura total, sino que la diferenciación entre modelos será más evidente y elaborada. El uso de una nueva plataforma compartida