La Fórmula 1 ha oficializado el retorno de Austria al Gran Circo después de once años. Esto ha supuesto que por primera vez en la historia de Red Bull pueda disputar una carrera en casa. Aunque la primera sesión de entrenamientos nos les ha ido tan bien como hubiesen querido. Ninguno de los dos toros rojos ha estado entre los diez mejores, y de nuevo Daniel Ricciardo ha sido más rápido que Sebastian Vettel.
Mercedes por su parte, se ha quitado de la complicada carrera de Canadá copando las dos primeras posiciones de la tabla de tiempos de los primeros entrenamientos libres con Nico Rosberg al frente, comandando la expedición de Brackley. Detrás de ellos, a tan solo cuatro décimas del primero, Fernando Alonso se ha mostrado el mejor del resto, aprovechando los problemas en pista de los Red Bull.
Pero esta mañana se han visto novedades que se podrían implementar en la Fórmula 1. Nico Rosberg y Kimi Räikkönen han montado unas piezas de titanio en sus difusores para que, con el roce con el asfalto, saltasen más chispas de lo habitual con tal de darle espectacularidad visual al paso de los monoplazas. Además, tal y como vimos en Mónaco y en Canadá, Pirelli ha traido los dos neumáticos más blandos al Red Bull Ring, dando aún más posibilidad al espectáculo.
Al final de la sesión, Vettel ha estado a punto de protagonizar un gran susto al trompear en las últimas curvas del circuito, pero el Tetracampeón alemán ha logrado controlar lo suficiente el coche como para no impactar, esquivando un mal aún peor. Minutos más tarde, Daniel Ricciardo se iba largo en el mismo punto aunque sin mayores consecuencias. En la parte baja, Los dos Marussia han seguido mostrando la buena campaña que están firmando y han sido capaces, no solo