Este año acudí a las 24 Horas de Le Mans con Toyota para vivir la carrera desde dentro. La marca japonesa había puesto muchas esperanzas en conseguir la victoria en la mítica carrera francesa. Llegaban como favoritos después de ganar las dos pruebas anteriores del WEC en Silverstone y Spa, pero como ya adelantábamos unas horas antes del comienzo de la carrera, en una prueba tan larga todo puede pasar. En los primeros compases de carrera, la lluvia hizo acto de presencia y un accidente entre el Toyota número 7 y el Audi número 3 dejó a este fuera de carrera y obligó al Toyota a pasar media hora en boxes reparando. Entonces el Toyota número 8 tomó el liderazgo de la carrera con comodidad, pero por la noche un problema eléctrico les dejó fuera de carrera. Una vez más, y van ocho seguidas, Audi consiguió la victoria y la segunda posición en las 24 Horas de Le Mans. Sorprendentemente tras los problemas mecánicos de los Porsche, el Toyota número 7 consiguió tras una increíble remontada subirse al tercer escalón del podio. Hay que darle la enhorabuena a Audi que una vez más ha vuelto a demostrar que son los amos y señores de las 24 Horas de Le Mans. El año que viene la batalla promete ser apasionante. Audi volverá a defender su territorio con uñas y dientes. Toyota tal vez decida alinear un tercer coche, porque como decían algunos para ganar en Le Mans hay que tener tres coches: uno para que se accidente, otro para que tenga una avería y el tercero para tener opciones de ganar. Por otro lado, Porsche llegará en 2015 con ansias de victoria después de que en esta edición únicamente se hayan fijado como objetivo aprender de
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Únete a Naomi Ellis mientras se adentra en las vidas extraordinarias que dieron forma a la historia. Su calidez y perspicacia convierten biografías complejas en historias identificables que inspiran y educan.
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