El buque insignia de Bentley, el flamante Bentley Mulsanne, recibirá una variante de altas prestaciones con motivo del próximo Salón del Automóvil de París, sirviéndose como excusa de la nueva etapa de Bentley en competición en categoría GT3. Bentley está volcada en mostrar su compromiso con la deportividad, una de sus grandes señas de identidad, y para ello nada mejor que escoger a su máximo referente en calidad, lujo y precio para ofrecer una nueva variante de alto rendimiento.
Más carácter y prestaciones para la joya de la corona
No te pierdas nuestra prueba de toda la gama Bentley: Mulsanne, Flyingspur, Continental GT y GTC…
La idea de ver una especificación de altas prestaciones a partir del Bentley Mulsanne no es nueva que digamos. La tradición e historia del constructor inglés con sede en Crewe nos ha regalado ediciones similares en el pasado como los Bentley Arnage T o Brooklands.
El propulsor V8 con 6,75 litros y doble turbocompresor recibirá una interesante puesta a punto que consiga extraer alrededor de los 550 CV de potencia, sin por ello olvidarse de la progresividad y refinamiento de este propulsor de vieja escuela capaz de alcanzar los 1.100 Nm de par motor. Gracias a esta revisión del motor V8, la nueva variante del Bentley Mulsanne firmará el 0-100 Km/h en menos de 5 segundos, lo cual no deja de ser una hazaña teniendo en cuenta que el Mulsanne goza de un peso por encima de las 2,5 toneladas.
Además de los ajustes que serán introducidos en el equipo motopropulsor, también se esperan modificaciones de envergadura en el equipo de suspensiones, frenos y elementos de unión al chasis, otorgando un carácter más acorde con el enfoque aspiracional de esta edición de corte deportivo.
No por ello veremos un Bentley Mulsanne radicalizado, destacando que el objetivo de Bentley