Muy pronto, todos los coches comercializados en la Unión Europea serán capaces de avisar a los servicios de emergencia automáticamente cuando suframos un accidente, gracias al sistema de llamada de emergencia, o eCall. Con el nuevo Mustang, Ford ha querido ir un poco más allá y, siendo conscientes de que en un accidente no solo es importante avisar a los servicios de emergencia y decirles nuestra posición, sino también saber el número de ocupantes o la gravedad del choque, proporcionará información añadida al 911 (el 112, el teléfono de emergencias estándar en Estados Unidos y muchos otros países).
Hasta aquí no hay duda de que la idea de Ford puede salvar vidas. En un accidente grave, en el que se requiere una intervención rápida y efectiva, es importante saber cómo ha sucedido el siniestro, si es necesario enviar varias ambulancias, un equipo de rescate y desencarcelación y la atención de urgencia que requerirán los heridos.
Pero a nadie se le escapa el segundo peligro inherente en un sistema de estas características, la facilidad con que una actuación temeraria, o un exceso de velocidad, que desencadene un accidente deje expuesto al conductor ante las autoridades.
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La eCall del Mustang se basará en el enlace Bluetooth con nuestro teléfono móvil y podrá activarse y desactivarse si el conductor así lo desea.
Aún no se ha concretado su funcionamiento para el mercado europeo, pero no debería variar demasiado respecto al sistema integrado en SYNC que utilizará en Estados Unidos. El sistema de llamada de emergencia del nuevo Mustang no requiere subscripción, pero sí sincronización vía Bluetooth con nuestro teléfono móvil. La llamada de emergencia se conecta automáticamente al sincronizar el teléfono, aunque el usuario puede decidir si activarlo o no. Huelga decir que es conveniente activarlo.
¿Y por qué querría desactivarlo