Con el verano llegan las vacaciones, y con las vacaciones, las cervecitas en la playa, las terracitas de verano y quizás una relajación que no es excusa para ponernos al volante con unas copas de más. Conscientes de ello, como cada año la DGT lanza su campaña de controles preventivos de alcohol entre los conductores. La Agrupación de tráfico de la Guardia Civil realizará más de 25.000 controles diarios de alcohol y drogas, en cualquier vía, hora y día de la semana. ¿Sabes cuáles son las multas por alcoholemia?
No hace falta que os recordemos los efectos perniciosos del alcohol en un conductor, por ello nos centraremos en sus implicaciones legales. La legislación española no es la más estricta en este aspecto, de hecho hay países en los que la tasa de alcoholemia máxima permitida está en el cero absoluto, pero sí es cierto que las sanciones son realmente severas, oscilando entre los 500 y los 1.000 euros de multa e incluso pudiendo implicar delito con penas de prisión.
Las multas oscilan entre los 500 € y los 1.000 €, con las más graves y la negativa a someterse a las pruebas tipificadas como delito y penas de prisión.
El procedimiento de análisis se basa inicialmente en un etilómetro que analiza la concentración de alcohol en el aire espirado, considerándose permitido (salvo excepciones que veremos a continuación) hasta los 0,25 mg/litro e incurriendo en sanción a partir de esta cantidad. A petición de los agentes, o por el propio derecho del conductor, se puede realizar una prueba de contraste consistente en un análisis de sangre u orina. Los agentes tienen que facilitar el traslado del conductor hasta el centro sanitario más cercano. El máximo permitido es de 0,5 gramos/litro en sangre y el coste de las pruebas pertinentes, en el caso de que