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Esta tarde ha caído una buena granizada en Madrid. Aunque los daños no han sido muy graves, se han producido algunos accidentes de tráfico que podrían haberse evitado. Aprende como conducir bajo una granizada.
El granizo es afortunadamente un fenómeno relativamente poco frecuente, pero cuando sucede puede causar grandes pérdidas. Si nos encontramos conduciendo, aparte de los daños sobre el vehículo es probable que nos despistemos y acabemos teniendo un siniestro.
Hace falta granizos muy grandes para dañar un coche
Lo primero que debemos pensar es que realmente hace falta unas buenas bolas de granizo para que nuestro coche resulte dañado. Según las aseguradoras, estadísticamente la mayoría de las granizadas no produce desperfectos sobre los vehículos, tanto parados como en movimiento. Independientemente de que esto sea cierto o no… en ese momento poco podremos hacer, luego lo mejor es tranquilizarse, ser optimista y pensar que cuando paremos nuestro coche estará intacto.
El nerviosismo es nuestro peor enemigo
Cuando comienza a granizar, repentinamente todo es stress y nervios. El ruido del hielo golpeando chapa y cristal hace que nos empiece a doler el bolsillo mientras la ansiedad nos inclina a pensar que el parabrisas se va a romper y nos va a dar en toda la cara. Como ya hemos visto antes, estadísticamente es poco probable que se abolle tu coche, y físicamente es casi imposible que el cristal se rompa y pueda dañarnos. En caso de granizos realmente grandes el parabrisas se rajará y cuarterá miles de veces, pero nunca se romperá ni permitirá al granizo entrar al habitáculo. Recuerda que es un cristal laminado y solo puede rajarse, nunca desprenderse, por lo que estaremos a salvo en todo momento.
Los cristales laterales y traseros son de cristal templado y si que pueden romperse. Las lunas laterales están casi a salvo del granizo debido al poco