Para Honda, el inicio de temporada en Japón ha sido terrible. Un motor que no rinde, una fiabilidad pésima y unos resultados paupérrimos. Para ellos, parecía que la temporada estaba perdida tanto en el Super GT como en la Super Fórmula. Ahora parece que la dirección del Super GT se toma su «unión» con el DTM de forma muy seria y si los alemanes han permitido a Mercedes tocar partes de su coche para ponerse al día, en Japón Honda tiene un nuevo «Balance of Performance» y permisos similares. Seguramente, lo más llamativo será la pérdida de 13kg para la próxima carrera del campeonato en Sugo. De los 1090kg de peso que los Honda han tenido hasta ahora se pasará a los 1077kg. El peso es de hecho muy superior al de los rivales, que tienen tan solo 1020kg. El motivo es que el Honda NSX-GT es el único híbrido de la categoría GT500, además de ser el único coche con motor central (siendo los demás motor delantero). Esto tiene ventajas… y desventajas. El reparto de pesos es seguramente más competitivo en el caso de Honda y permite una conducción algo más agresiva pero tiene el problema que el GT500 utiliza hoy en día, igual que el DTM, un monocasco común que está pensado para coches con motor delantero. Por lo tanto, lo de Honda era un desafío para usar en su coche de carreras el mismo concepto que en su coche de calle (el NSX). Pero no será el del peso, el único cambio de Honda para la próxima carrera. Desde la dirección del campeonato se han autorizado varios cambios con el objetivo de mejorar el rendimiento del NSX-GT. Honda ha podido cambiar varias piezas homologadas del coche como la parrilla frontal, el parachoques trasero e incluso la

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