Mercedes-benz está dispuesta a eliminar el actual salto que existe entre sus modelos “convencionales” y las variantes más prestacionales firmadas por AMG. Tal y como sucede en Audi con las denominaciones S y RS, y del mismo en BMW con las variantes M Performance y M (Motorsport), Mercedes quiere introducir una gama intermedia de modelos destinada a aquellos clientes que buscan un extra de deportividad y puesta a punto en sus modelos, sin verse por ello obligados a tener que adquirir las creaciones más radicales de AMG.
Más AMG para todos
La idea de ver en el mercado variantes de AMG menos extremas, es una de esas eternas luchas internas que lleva paseándose demasiado tiempo por los despachos del grupo Daimler. Mientras firmas como BMW han apostado por ofrecer cada vez más variantes y denominaciones que ocupen el espacio entre sus modelos de calle y su gama BMW Motorsport, como es el caso del BMW M235i que probamos en Altas Prestaciones, Mercedes se ha mantenido al margen ofreciendo suculentas creaciones firmadas por AMG, pero con grandes saltos en prestaciones con respecto de los modelos de los que derivan.
La diversificación es el actual caballo de batalla de todos los fabricantes, y el mercado de las altas prestaciones no escapa de esta apuesta global. Existe un cliente que busca algo a medio camino, y por ello Mercedes ha decidido cubrir ese espacio, aunque sus principales rivales ya habían empezado a cubrir este hueco y con bastante éxito y tiempo de ventaja.
El primer modelo que arrancará esta nueva etapa de AMG, será el Mercedes C450 AMG que será presentado en el próximo Salón del Automóvil de Detroit. Su posicionamiento será clave, quedando un peldaño por encima del Mercedes C400, e inmediatamente por debajo del Mercedes C63 AMG. Los cambios de esta “AMG-Line” se centrarán en