Jaguar Land Rover se encuentra en un momento muy dulce, cosechando grandes registros de ventas excepcionales, tanto que el pasado año consiguió récord de ventas. Esta año todo marcha, presuntamente, igual de bien con un crecimiento en las ventas cifrado en un 14% en la primera parte de este año 2014. Sin embargo, si todo sigue igual los británicos podrían tener grandes problemas.
A priori puede resultar complicado pensar que un crecimiento en el número de ventas puede resultar un factor negativo, pero lo cierto es que cuando no se puede abastecer la demanda y la lista de espera de algunos modelos supera los seis meses, tienes un grave problema debido a los clientes que puedes perder por no estar éstos dispuesto a esperar y como consiguiente que se vuelva a reducir la demanda y parar el crecimiento.
Esto es lo que le sucede a la firma británica. La demanda de los nuevos modelos de la gama Range Rover ha crecido de manera exponencial y la fábrica de Solihull tiene serios problemas para sacar adelante todo el trabajo acumulado. Con tres modelos en producción y con unos pedidos que no paran de crecer, no es de extrañar que el trabajo se atragante en el taller de pintura, por donde tienen que pasar todas las carrocerías.
La solución parece relativamente fácil: crear una nueva línea de pintura, pero lo cierto es que con la llegada de modelos como el Jaguar XE y el nuevo Land Rover Discovery, el grupo británico tienen que pensar seriamente cuál es la mejor manera de arreglar este panorama. Debido al tremendo éxito que están cosechando, todo hace indicar que se adelanten los planes de crear una nueva factoría.
Fuente – AutomotiveNews
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