El mismo debate de siempre. Esta vez ha sido Bartolomé Vargas, coordinador de Seguridad Vial del Ministerio Fiscal, quien de nuevo ha abogado por demandar de Europa un acuerdo que culmine en una normativa común que imponga un límite máximo de velocidad, de fábrica, acorde con la legislación vigente en la mayoría de países europeos. ¿Y qué significaría eso? Que de fábrica ningún coche, ya sea turismo o deportivo, supere una velocidad máxima que bien podría estar en torno a los 140 km/h. Ya te adelantamos que por suerte esta medida no se va a llevar a cabo, las razones, te las damos a continuación.
No es la primera vez que Bartolomé Vargas se pronuncia al respecto y aunque el titular con el que muchos se queden sea el de ese limite de velocidad de fábrica, las declaraciones de este letrado son una mínima porción de la entrevista que concedió hace unos días a Radio Nacional de España (escuchar Podcast) en la que se hablaron de otros factores muy importantes, de mantenimiento de las carreteras, de educación vial, con los que coincidimos de principio a fin.
Aunque en un accidente confluyan diversos factores, hay que reconocer que la velocidad además de poder ser un desencadenante, agrava las consecuencias del siniestro.
Por su trabajo durante los últimos años, probablemente sea una de las personas mejor cualificadas de nuestro país para hablar de las razones por las que se producen los accidentes. Vargas habla de un 25% de los accidentes (en la Unión Europea) causados directamente por un exceso de velocidad, aunque su presencia en otros siniestros en los que no fue causa directa sea incluso mayor. Regresando a mi análisis del aumento de los fallecidos en carretera en 2014, sigo pensando que en su mayoría los accidentes se deben a un conjunto de factores,