Se veía venir. Hace un tiempo, cuando Mercedes decidió ampliar su oferta de modelos, acabó engendrando un auténtico galimatías de denominaciones. Sólo los modelos base, como pueden ser el A, el C o el E, podían encasillarse, pero otros como el ML o el GLK despistaban al cliente. Así, Mercedes modificará buena parte de sus denominaciones.
Y lo hará, según Automotive News, de una forma inteligente, asociando la denominación a su modelo base. Así como existe el reciente GLA, cada SUV dentro de la gama recibirá el apodo GL seguido del segmento al que pertenece. Por ejemplo, el Mercedes ML pasará a llamarse GLE, cifrando así que se trata del SUV derivado de la clase E.
Lo hará, además, el próximo año, acompañado no sólo de un nuevo restyling que modifique su estética, sino también de un nuevo hermano de gama coupé denominado GLE Coupé y derivado del Concept Coupé SUV.
El Mercedes GLK de nueva generación seguirá un mismo camino, y modificará esta extraña nomenclatura por una más visible y clara GLC, haciendo referencia al SUV derivado de la Clase C. En cuanto al SUV más grande de la gama, el GL, recibiría el nombre de Mercedes GLS, dando a entender que se trata del SUV más grande y lujoso que ofrece la firma de la estrella.
Por otro lado, las berlinas de estilo coupé, como el CLA o el CLS (aunque este no derive realmente del Clase S), tendrán el nombre CL delante seguido del segmento al que pertenece. De este modo, la versión berlina coupé, si la llegamos a conocer, del nuevo Mercedes Clase C, se llamaría CLC. Esto es lo que ocurre cuando la gama acaba siendo excesivamente extensa. En BMW ya hemos conocido también la llegada de los números pares para las versiones de corte coupé.
Fuente – Automotive