La moda del selfie, del autorretrato improvisado con el móvil, sigue generando controversia. No estamos en contra del selfie, ni mucho menos, que cada cual exprese sus sentimientos en las redes sociales como prefiera. Pero parece que esta moda aparentemente sana está llevando a comportamientos peligrosos y no hablamos de los mozos que este año se inmortalizaron en los encierros de los Sanfermines (ver noticia en El Confidencial). Según un estudio realizado por Ford, un 18% de los jóvenes españoles encuestados reconoce haberse fotografiado mientras conducía.
¿Sabías qué…?
Un selfie puede distraerte 14 segundos de la carretera, que 100 km/h supone recorrer la longitud de un campo de fútbol sin prestar atención a lo que sucede delante de tus narices.
Y lo del selfie bien podría parecernos una cuestión menor si tenemos en cuenta que el número de conductores que habitualmente manipula su smartphone, envía vídeos de gatitos, o memes de Julio Iglesias, a sus amigos mientras conduce, probablemente sea muy superior. La estampa del conductor con el volante recto, una mano fuera del volante y la cabeza ligeramente inclinada hacia abajo es por desgracia demasiado habitual.
En el estudio se ha encuestado a 7.000 europeos usuarios de smartphone, e imaginamos que conductores habituales, con edades comprendidas entre los 18 y los 24 años. El estudio refleja que uno de cada cuatro encuestados reconocería haber manipulado su teléfono móvil para acceder a redes sociales mientras conducía, también que los varones son los más irresponsables en este sentido. Los británicos son verdaderos adictos al selfie y un 33% reconoce haberse realizado uno mientras conducía.
Yo sigo siendo bastante reacio a creerme estas estadísticas, ¿pero alguien duda de que los selfies al volante y el uso del smartphone son una problemática real? Según Ford, un selfie conlleva una distacción de al menos 14 segundos, que a una