Atrevido, futurista y por qué no decirlo, de atractivos trazos. Citroën nos sorprende, nos sorprende de hecho bastante, y nos presenta con motivo del próximo Salón de París, que abrirá sus puertas a comienzos de octubre, un nuevo prototipo de la línea DS. Nace así el nuevo Citroën Divine DS, conceptual sí, pero dispuesto a adelantarnos los próximos pasos de la gama más premium del fabricante francés, algo digno de alegría si tenemos en cuenta algunos de los bonitos detalles que dan forma a este concept.
Aparentemente estamos ante un modelo compacto, de llamativo conjunto frontal si tenemos en cuenta la buena presencia de su parrilla, ópticas y nervios sobre el capó y curiosa zaga, delimitando con los dos pilares traseros un techo de diseño en rombos de distintas tonalidades que cae hasta media altura.
El lateral queda resuelto con un marcado nervio superior que avanza firme, muy firme, desde el paso de rueda delantero hasta la óptica trasera, estando de hecho integrada en ella en un trazo cromado. La parte inferior por otro lado también se encuentra delimitada por otra atractiva línea.
Llantas de peculiar diseño, faros con profundidad y alargados, las escamas de su parrilla, la tercera luz de freno integrada en uno de los rombos del techo, la presencia de rombos también en los retrovisores… los detalles delatan lo cuidado de su apariencia.
En su habitáculo el aura conceptual prosigue. Asientos difícilmente posibles en un coche de producción, una fila trasera con dos butacas muy independientes, un volante achatado en los extremos superior e inferior, una instrumentación en forma de HUD y una pantalla para el sistema multimedia sobre el techo, que revela su condición de acristalado entre los nervios de los rombos superiores.
Por supuesto no podemos pasar por alto tampoco el acabado de los guarnecidos superiores de la puerta.
Estilo