Nos damos cuenta de lo rápido que pasa el tiempo al ver que los primeros Opel Calibra son ya clásicos, tienen 25 años. En 1989 Opel desveló en el Salón del Automóvil de Frankfurt un coupé derivado del Vectra que destacaba por su afilado diseño y un impresionante coeficiente aerodinámico de 0,26, algo muy bueno incluso hoy día y el mejor en su momento. Hoy día el Calibra sigue gozando de mucho atractivo, a pesar de las unidades desvirtuadas por determinados perfiles sociales.
Este modelo estuvo en producción desde 1990 hasta 1997, siete años en los que fue un éxito con 238,647 unidades. Una de las claves era que su precio, en las versiones de acceso, que era relativamente contenido al ser un modelo derivado de una berlina de gran volumen. El Opel Calibra fue el sustituto del Opel Manta, un modelo también icónico donde los haya y derivado del Ascona.
El motor de acceso del Calibra fue un 2.0 litros gasolina de 115CV, modesto pero capaz de llevar al Calibra hasta los 203km/h de velocidad máxima. En el lado prestacional estaba el mismo motor, con 16 válvulas, que rendía unos importantes 150CV, pudiendo alcanzar 223 km/h de punta y con un consumo relativamente contenido de 7.7 litros. Las cajas de cambio eran manuales de cinco velocidades, aunque opcionalmente existía una poco eficiente automática de cuatro marchas.
En 1990 también estaba disponible la versión 4×4, con un mayor atractivo sobre las versiones de tracción delantera y ya en 1992 entró en escena una de las versiones más apetecible, el motor 2.0 Turbo de 204CV, con tracción total, caja de seis velocidades, asientos deportivos y llantas de aleación de 16? (aunque hoy día suene ridículo). Poco después hizo acto de presencia el Calibra V6, con un motor de 2.5 litros que rendía 170CV.
El Calibra