Algo está cambiando en el mercado. Ha despertado una pequeña gran revolución que pretende cambiar de un día para otro la forma en la que hemos comprado nuestros coches en los últimos años. La popularidad de los motores diésel tiene los días contados, y es que desde Europa están entonando aquello de “donde dije digo, ahora digo Diego”. La mejora en eficiencia y rendimiento de los motores diésel es una realidad incuestionable, pero ahora la UE señala al uso del gasóleo como el culpable de tantos y tantos problemas de salud y contaminación – a buena hora -. Por ello, hoy en Diariomotor te proponemos una visión diferente de las opciones que tienes ante ti, centrándonos en los olvidados motores gasolina que vuelven ahora con más fuerza que nunca.
Nuestras 5 razones
1. El downsizing ofrece alternativas reales al diésel
2. Lo creas o no, el ahorro del gasolina está en su mantenimiento
3. Hablemos de contaminación y los trucos de homologación
4. Si te pasas al GLP, escoger un gasolina puede ser aún mejor
5. El futuro que está por venir, la demonización del diésel
1. El downsizing ofrece alternativas reales al diésel
Los motores gasolina siempre han sido unos incomprendidos frente al ahorro en consumo ofertado por cualquier mecánica diésel. Este ha sido el argumento que por años ha convertido al parque automovilístico español en uno de los mayores laboratorios de la tecnología diésel. Con una política centrada en la única preocupación de las emisiones de CO2, el uso del gasóleo se ha impuesto como el camino a seguir… pero este cuento ahora toca a su fin.
Europa ha abierto sus ojos y se ha preocupado por analizar el impacto real de las emisiones de los motores diésel. Ahora el CO2 no es un problema tan alarmante, descubriendo como las partículas y los NOx son el verdadero