El estado de Bianchi es el que es, y por ahora lo que toca es esperar

Uno de los fenómenos que nos asiste en esta era de la instantaneidad comunicativa es la falta de paciencia generalizada por conocer el estado más actual posible de un episodio que no tiene un desenlace próximo. La noticia es que no hay noticia sobre Jules Bianchi, después de que el piloto de Marussia chocara con su monoplaza en el Gran Premio de Japón y fuera intervenido de urgencia en el Hospital general de Mie. Son horas de incertidumbre que se podrían transformar en días, dependiendo de la evolución de un paciente que, con todo, ya está mejor tras la intervención quirúrgica y puede respirar por sí mismo, sin necesidad de asistencia. Son noticias tibiamente positivas, ante las que su escudería pide paciencia y comprensión con un comunicado que agradece los gestos, a la vez que se remite a lo que digan los médicos cuando llegue el momento: «Tras el accidente sufrido por Jules Bianchi durante el Gran Premio de Japón de Fórmula 1 ayer en el circuito de Suzuka, el Marussia F1 Team quiere agradecer las enormes muestras de apoyo y afecto mostradas hacia Jules y el equipo en este momento tan difícil. Con respecto a la comunicación de información relativa a la situación médica de Jules, respetaremos y nos guiaremos por los deseos de la familia Bianchi. Junto con la atención a Jules, su familia es nuestra máxima prioridad. Por eso les pedimos paciencia y comprensión con respecto a nuevas actualizaciones médicas, que se comunicarán conjuntamente con el Centro Médico General de Mie en Yokkaichi, donde Jules está siendo tratado, cuando ellos consideren apropiado». Y es que hay evoluciones clínicas que no entienden de presiones mediáticas o del interés que puedan tener los aficionados por tener buenas noticias. El estado de Bianchi es el que es, y

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