Lexus repite victoria en GT500 y Lucas Ordóñez gana por primera vez en el GT300 del Super GT

Tras la victoria en la sexta ronda del campeonato por parte del Lexus número 36 del equipo TOM’S, el campeonato estaba más igualado que nunca en el GT500 pero una nueva victoria del mismo Lexus en esta categoría deja la clasificación general en perfecto estado para la última carrera del año. James Rossiter tiene la oportunidad de convertirse en el primer campeón del Super GT en solitario en más de una década. Por su parte, Lucas Ordóñez aprovechó de la mala suerte de sus rivales (por una vez cambió la situación a su favor) para obtener una más que merecida victoria en el GT300 junto a Kazuki Hoshino en lo que también era el primer podio en la categoría para el español. Aunque para la última carrera, el título está fuera de su alcance, el subcampeonato no es imposible y de buen seguro que luchará por completar su primera temporada en Japón con éxito. En el GT500, la carrera se nutrió de la diferencia de estrategias entre algunos de los participantes. En una prueba a una sola parada, parecía que no habría distintas estrategias salvo parar más tarde o más pronto dentro de un margen de unas seis o siete vueltas. Pero al final, la carrera se decidió por algo tan inesperado como genial, una decisión que bien puede valer un campeonato para el nuevo líder. Los dos coches de TOM’S partían desde la zona baja de la parrilla tras una mala sesión clasificatoria y eso les llevó a tomar riesgos en su parada a boxes. Mientras los demás coches realizaban paradas normales y corrientes, los coches número 36 y 37 solo repostaron. El ahorrarse el cambio de neumáticos les situó en cabeza y con opciones de tener un gran resultado al final de carrera si conseguían cuidar las

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