Aunque Porsche nos tiene acostumbrados a importantes novedades tecnológicas en sus modelos, la idea de ver un 911 híbrido parece que todavía tomará su tiempo, tanto que ni siquiera se plantea su introducción para la futura generación que de relevo a la actual serie 991. En la actualidad, la tecnología de propulsión híbrida enchufable es uno de los referentes del “Know-How” de Porsche, sin embargo este diseño no tendría cabida en la saga 911 por sus dimensiones y peso, obligando a Porsche a desarrollar un sistema específico que complica mucho más todo.
Fabricar un Porsche 911 híbrido no es una prioridad, por ahora
Aunque Matthias Müller, CEO de Porsche, ha jugado en los últimos meses al despiste diciendo que se están barajando todas las posibilidades para el futuro Porsche 911, ha sido Manfred Schurmann, responsable de tecnología híbrida de la marca, quien ha confirmado que el actual esquema híbrido enchufable de los Cayenne y Panamera S E-Hybrid no tiene cabida en el 911, y es que sus dimensiones y configuración ni siquiera permitirán ver un Porsche Macan S E-Hybrid a corto plazo.
Pero no nos dejemos engañar, pues Porsche ha encontrado la excusa perfecta para justificar los híbridos enchufables con el rendimiento y experiencia alcanzados con el Porsche 918 Spyder. La realidad actual de Porsche es que la tecnología se ha convertido en un argumento de peso en sus modelos, y la tecnología híbrida no sólo les permite ofrecer rendimiento, sino también un importante recorte en consumos y emisiones.
El planteamiento del Porsche 911 con propulsor colgado por detrás del eje trasero, hace sumamente complicado insertar ahí un sistema híbrido que no comprometa las cualidades dinámicas del deportivo alemán. La adición de baterías supone un lastre, y por ello la mejor solución vendría de la mano de Williams y su sistema KERS a partir