Peugeot y Citroën tienen entre manos una interesante tecnología para recortar emisiones, la tecnología Hybrid Air. Este sistema desarrollado junto a Bosch y Faurecia, pone sobre la mesa una herramienta capaz y económicamente viable como para olvidarse de los híbridos eléctricos en los modelos más urbanos. Sin embargo, PSA tiene un gran problema, y es que necesitan encontrar un socio de forma urgente para poder alcanzar un volumen de fabricación que permita hacer rentable la tecnología Hybrid Air.
Hybrid Air: tecnología prometedora pero falta de apoyo
El sistema Hybrid Air es la gran alternativa al elevado coste y peso que ofrecen los híbridos eléctricos a baterías, especialmente en modelos pertenecientes a los segmentos A y B, los más pequeños del mercado. Pensando en una fórmula más sencilla y práctica, en PSA pensaron que la acumulación de energía en otro formato era posible.
La tecnología Hybrid Air basa su funcionamiento en un grupo hidráulico conectado a un motor 1.2 PureTech. Este grupo hidráulico es el encargado de ofrecer asistencia a la propulsión y regeneración de frenada, almacenando la energía en Nitrógeno comprimido en un sistema cerrado de tanques a presión. El mejor dato del sistema es su elevada eficiencia al reducir las pérdidas por transformación, alcanzando cifras de hasta el 80%. Los recortes en consumos girarán en torno al 40% en ámbitos urbanos, su mejor escenario.
Pero esta tecnología tiene un problema, y es que hasta la fecha sólo Peugeot y Citroën se han mostrado interesadas por esta nueva forma de entender los híbridos. El diseño impuesto por Toyota combinando motor gasolina y motor eléctrico alimentado por baterías es el actual rey del sector, haciendo de soluciones como la tecnología Hybrid Air una apuesta arriesgada que hay que amortizar de forma independiente.
Ante este panorama, PSA se mostrado cauta en tanto a la llegada de los