Interesantes las últimas declaraciones de Yves Bonnefont, CEO de la nueva marca DS, a Automotive News durante la celebración del Salón del Automóvil de París. Al parecer el presidente de la marca premium que hasta ahora pertenecía a Citroën cree que para convertirse en una marca premium reconocida es necesario tener presencia en todas las partes del mundo, especialmente en Norteamérica.
En Europa los modelos DS van encontrando su público desde que el DS3 llegara a comienzos de 2010 mientras que en China esta gama premium va viento en popa e incluso se ofrecen dos modelos exclusivos para este mercado, como son la berlina DS 5LS y el SUV DS 6WR. Para seguir creciendo la marca tiene en mente un plan de expansión global que llevaría que llevaría a DS a tener representación al menos en las 200 ciudades más importantes del mundo, 30 de ellas en Norteamérica.
Entre estos puntos estratégicos encontraríamos que 20 de los concesionarios estarían en Estados Unidos, dejando los 10 restantes a Canadá y México. La decisión de retornar a mercados tan importantes como el estadounidense se tomará en o antes de 2017 y supondrá el retorno de PSA a la tierra de las oportunidades, esta vez sí en busca de una más, después de dejar de comercializar los últimos modelos Peugeot en el año 1991. No se espera presencia oficial de la marca antes de 2020.
Además ninguno de los vehículos que actualmente forman la gama DS llegarán al otro lado del Atlántico. Los DS3, DS4 y DS5 no se diseñaron con vistas a Estados Unidos y no son los coches tipo más deseados allí y no cumplen las normativas federales. Desde 2010 se han vendido, principalmente en China y Europa, 500.000 modelos DS, cifra que se espera que crezca de forma notoria con la nueva estrategia