Todos los vehículos tienen su talón de Aquiles. Algunos son conocidos por roturas prematuras de la cadena de distribución, por problemas con la junta de culata o por averías más sencillas como roturas recurrentes de la antena telescópica autom´tica o pequeños problemas eléctricos. Ningún coche se salva de su defecto típico, aunque claro está no es lo mismo que tu motor quede inservible a que tengas peor recepción de la radio por un mal funcionamiento de la antena.
Warranty Direct, una empresa británica especializada en ofrece garantías ampliadas, ha decidido publicar un análisis con sus propios datos recabados a lo largo del tiempo. Para ello ha tenido en cuenta los problemas más recurrentes de los coches que tienen contratada una garantía ampliada con ellos y de los distintos elementos que conforman un vehículo ha cogido los peores para hacer un terrorífico Frankestein que todos los mecánicos querrían como cliente.
Empezando por el corazón, clase no le falta a este monstruo de las averías. Utilizaría un motor V10 del BMW M5, asociada a una caja de cambios de un modelo radicalmente diferente, el Jeep Grand Cherokee. La suspensión correría a cargo de otro coche de infarto, el Audi RS6, mientras que la dirección es cosa del Chrysler 300C. Los frenos están algo desproporcionados, siendo los de un humilde Fiat Multipla mientras que en verano pasaremos calor por el mal funcionamiento del aire acondicionado de la Seat Alhambra. A lo mejor las ventanillas eléctricas no funcionan por los recurrentes problemas electrónicos del Mercedes Clase R, y toca seguir pasando calor.
Según los datos de Warranty Direct, dos de cada cinco Audi RS6 tienen problemas de suspensión, frente al 30% de los Clase R que sufren de problemas eléctricos o el 25% de los BMW M5 V10 que tienen problemas en su motor. El 10% de