Elon Musk quiere que sus coches funcionen sin conductor. Si lo piensas bien, y tal y como ya anticipábamos cuando lanzábamos nuestras hipótesis sobre lo que significaba la D del nuevo Model S, la conducción autónoma es el siguiente salto cualitativo que puede y debe dar Tesla Motors. Elon Musk anticipa que la tecnología la tienen, que incluso sería viable dentro de su modelo de negocio, y sabemos que no va de farol, pero existen dos trabas fundamentales para que a día de hoy, a 10 de octubre de 2014, no veamos un Tesla plenamente autónomo. Primero, aún no está garantizada la máxima seguridad. Segundo, la legislación no lo permite.
Autopilot, el control de crucero adaptativo del Tesla Model S, no solo será capaz de mantener la velocidad con respecto al coche que nos precede, y de tomar curvas manteniendo el carril, sino también de adelantar automáticamente.
Entre tanto, el Tesla Model S se ha actualizado con las funciones que la marca denomina Autopilot. Y lo que tenemos ante nosotros no es más que un dispendio de tecnologías, que de una forma u otra ya hemos visto en muchos modelos modernos, y otras más avanzadas, como un sistema que hará que el coche cambie automáticamente de carril para realizar un adelantamiento en autopista. Lo mejor de todo es que todos los Model S que se han fabricado durante los últimos días, ya se han actualizado automáticamente con este sistema. Y, por otro lado, los Model S comercializados anteriormente podrán contar con muchas de estas funciones en los próximos meses con una simple actualización de software.
Viendo las cosas desde esta perspectiva, ¿quién no se siente entusiasmado con el aporte de Tesla Motors a la industria del automóvil?
Autopilot: un modo semi-autónomo de autopista que toma curvas y cambia de carril automáticamente
Algunas de estas mejoras