La nueva berlina de la marca del felino, el Jaguar XE, ha sido una de las grandes novedades de este año 2014. Desde que el X-Type se jubilara, la compañía venía anunciando un relevo que sorprendería. Después de mucho esperar, al fin, el telón desaparecía y el animal salvaje se presentaba.
Y lo hacía con las formas típicas del segmento, aunque, bajo mi parecer, menos agresividad de la que esperaba. La parte frontal, con una puesta en escena bastante correcta, no conserva las mismas líneas que la trasera, mucho más tímida. Unas sensaciones que pueden cambiar ya que el modelo, según parece, espera varias versiones. Hemos oído hablar de una coupé, también de una familiar, pero es que ahora, se escucha una con batalla larga, y otra convertible.
Ian Callum, director de diseño de la marca, fue el encargado de poner esta dos última variantes en nuestra cabeza. Si bien, Callum, en una entrevista a Car Advice con motivo del Salón de París, añadía este par de variantes a las ya especulada coupé y familiar que Nick Miller había revelado recientemente. Por el contrario, declaró que no se plantean la posibilidad de crear un cuatro puertas con aspecto coupé.
Del mismo modo, también se habla de versiones con tracción total y equipadas con el motor V8. Toda una lista de suposiciones que, de ser una realidad, se construirán en la plataforma iQ, la misma que utiliza el Jaguar XE que conocemos.
La nueva berlina de Jaguar se encuadra bajo unas dimensiones de 4,67 m. de largo, 1,85 m. de ancho, y 1,41 m. de alto. Pese a sus cotas, el inglés no pesa demasiado, frenando la báscula en torno a los 1.500 kilos. Una cifra que se eleva hasta los 1.600 en la variante con motor V6. El interior adivina un espacio desahogado, contando con un maletero de 450