Érase una vez, una mujer con la firme intención de alejarse de las cercanas aguas de una tranquila isla del Adriático, para pisar tierras de bastas llanuras y poder reclamar el amargo aroma del caldo resultante de moler y tostar semillas de las plantas de cafeto.
Y nada se lo iba a impedir, ni el malvado guarda de los extraños gestos para que pare, ni la mirada incrédula de los viandantes, ni si quiera los dos metros y medio que separaban ambas mitades de un puente levadizo. Nada conseguiría que nuestra protagonista croata no tomara su café. Y para que nosotros pudiéramos contemplar su hazaña, aquí está el vídeo.

if(typeof(jQuery)==»function»){(function($){$.fn.fitVids=function(){}})(jQuery)};jwplayer(‘jwplayer-1’).setup({«aspectratio»:null,»width»:790,»height»:410,»skin»:»beelden»,»primary»:»html5″,»logo»:{«file»:»http://www.actualidadmotor.com/graficos/mosca-final.png»,»hide»:false,»link»:»http://www.actualidadmotor.com»},»advertising»:{«client»:»googima»,»tag»:»http://pubads.g.doubleclick.net/gampad/ads?sz=640×480&iu=/8784/adspotmedia.actualidadmotor.com/video&ciu_szs&impl=s&gdfp_req=1&env=vp&output=xml_vast2&unviewed_position_start=1&url=[referrer_url]&description_url=[description_url]&correlator=[timestamp]»},»ga»:{},»sharing»:{},»image»:»http://i.ytimg.com/vi/-Hr98LHjq1Q/0.jpg»,»file»:»https://www.youtube.com/watch?v=-Hr98LHjq1Q»});

Y si a estas alturas aún sigues leyendo, cambia esa cara, que el grado de locura lo tenemos controlado. Pero, sí amigo lector, es una historia tan real como la que acabas de ver y no, no es una secuencia de una película. Más que nada por varias razones, ni el puente echa fuego, ni el coche echa fuego, ni está Dominic Toretto y su Charger a su lado echando fuego, aunque la música sí acompaña.
Ya sabemos que no es una película, pero acción no le falta. Esta se desarrolla en las inmediaciones del archipiélago croata de Kornati, concretamente el puente levadizo de 12 metros de longitud que separa la bonita Isla de Murter con la ciudad del continente Tisno, donde una mujer de 58 años y su Peugeot 107 saltaban cuando una de las partes del puente se elevaba dos metros y medio. Quién sabe quizás era nesomaníaca, que viene a ser una obsesión por las islas y necesitaba salir de esa.

En todo caso, la historia acababa en boca del pobre operario del puente, que comentaba el momento en que le hizo señas para que aminorara la velocidad, pero la mujer hizo caso omiso hasta que consiguió saltar para acto seguido aparcar y tomarse un café.
Lo estuvo

http://www.actualidadmotor.com/

Podcast también disponible en PocketCasts, SoundCloud, Spotify, Google Podcasts, Apple Podcasts, and RSS.

El podcast

Únete a Naomi Ellis mientras se adentra en las vidas extraordinarias que dieron forma a la historia. Su calidez y perspicacia convierten biografías complejas en historias identificables que inspiran y educan.

Acerca del podcast