Volvo quiere dejarnos bien clara una cosa. Para tener coches potentes y refinados no es necesario recurrir a motores de más de cuatro cilindros. Es lo que la marca quiere demostrar con sus nuevos motores Drive-E, prescindiendo así de sus populares bloques de cinco cilindros y de motores más grandes de hasta seis y ocho cilindros. Su último argumento es un motor conceptual, un prototipo, que entrega 450CV de potencia.
La cifra de 450CV no resulta sorprendente hoy en día, muchos coches superan esa potencia. La cosa cambia cuando vemos que este establo sale de uno de los eficientes motores Drive-E de Volvo, concretamente del 2.0 litros gasolina de cuatro cilindros. La versión más potente de este motor de 2.0 litros para producción entrega 320CV de potencia y se monta en el nuevo Volvo XC90.
Para elevar la cifra de potencia Volvo a recurrido a la triple sobrealimentación en este motor. Hay dos turbos tradicionales colocados en paralelo, que se ven apoyados además por un tercer turbo eléctrico. La función de este turbo de accionamiento eléctrico no es introducir más aire en los cilindros, al menos de forma directa. Es el encargado de comprimir el aire que llegará a los dos turbos que se encuentran en paralelo. Como resultado se obtiene ese plus de potencia, además de un motor mucho más progresivo y el lag que podría tener un motor de similar potencia y un único turbocompresor.
Por el momento este motor es un prototipo que no llegará a producción a corto plazo. Cuando la investigación de los turbos eléctricos vaya evolucionando y otros fabricantes que también han presentado prototipos con esta tecnología, como Audi o Kia, vayan aproximando sus lanzamientos, tal vez veamos este motor en algún Volvo. Desde luegonos queda claro que Volvo no va a prescindir de las prestaciones por