Cadillac se encuentra en un momento de expansión, con unos claros objetivos de crecimiento que sustentarán en el lanzamiento de nuevos modelos, cada vez más refinados y tecnológicos. Uno de los pasos más importantes para el crecimiento de la marca americana es su desembarco en Europa, donde el principal problema para la difusión de sus modelos está en la ausencia de las mecánicas diésel en la gama.
En Europa el gasoil es el combustible predominante y es vital para ganar cuota de mercado. Maserati siempre había comercializado modelos de gasolina, pero desde que los Quattroporte y Ghibli se venden con motores diésel, sus ventas han crecido de forma muy importante. Cadillac es consciente de que necesitan ser menos dependientes del mercado estadounidente y su CEO, Johan de Nysschen ha dicho que los motores diésel llegarán para 2019.
General Motors desarrollará nuevas mecánicas de cuatro y seis cilindros para ser empleadas en modelos Cadillac. Esto no solo les permitirá ofrecer coches más atractivos para el público europeo, sino competir con marcas como Mercedes, Audi o BMW, que ya venden coches diésel en Estados Unidos. Además, para de Nysschen, los motores diésel son la forma más rápida y económica de reducir las emisiones medias de CO2 de su flota de modelos. Esperemos que les vaya mejor que en la década de los 70 y 80, con los pésimos motores de gasoil desarrollados por Oldsmobile.
En otro orden de cosas, Cadillac seguirá tratando de conquistar nuevos segmentos con modelos nunca vistos hasta la fecha. El Cadillac CT6 será la gran berlina de representación que llegará en 2015 y a la que le podrían seguir otros modelos halo como un deportivo para rivalizar con coches de la talla del Porsche del 911. Johan de Nysschen han dicho que no se apresurarán en este aspecto y que podríamos