A la hora de valorar comprar un coche debemos tener en cuenta que además del coste en sí de adquirirlo, existen una serie de costes de mantenimiento que deberemos hacer frente año tras año durante la vida útil del vehículo. Estos costes van desde la compra, el mantenimiento, el seguro y los impuestos, hasta el repostaje, que varía mucho dependiendo de la cantidad de kilómetros que hagamos al año.
“Según un estudio del Ministerio de Industria, mantener un coche cuesta alrededor de 2.000€ al año.”
En el caso de los coches nuevos debemos ver qué opciones da el concesionario, si dispone de un taller oficial y qué prestaciones nos da en cuanto a años de garantía. En la compra de un coche de ocasión no es necesario tener esto en cuenta porque este tipo de coches, si tienen más de 3 años o bien más de 100.000 kilómetros, lo más seguro es que las revisiones no se puedan hacer en taller oficial. Es por ello que el coste de revisiones, averías y sustituciones de piezas será más o menos el mismo en un taller o en otro siendo similar el coste de mano de obra.
Fuente: blog.beforward.jp
Siguiendo con esta comparativa, cuando realizamos la compra de un coche nuevo están implícitos en el precio final gastos como el de la incorporación del coche a la vía pública; costes de transporte del coche desde la fábrica hasta el propio concesionario, que oscilan entre los 100 y los 400 euros; el Impuesto de matriculación si el coche no emite menos de 120 gramos de CO2; costes de matriculación que se paga sí o sí e incluye la licencia, las placas y los papeles; además el Impuesto de Circulación, que varía de una ciudad a otra porque se rige por los impuestos dictados por cada ayuntamiento.
En cambio