Cada día los coches que circulan por nuestra carretera son más seguros. Los fabricantes ofrecen mayores equipamientos en seguridad y gracias a las normativas, que van endureciéndose de forma paulatina, los que no ofrecen determinados sistemas de seguridad, que son generalmente ls coches más económicos, se ven forzados a hacerlo. Así es como han ido llegando los airbags, el ABS o el ESP a los segmentos más bajos. Y es precisamente el último de estos tres elementos, el control de estabilidad, el que es obligatorio a partir de ahora en todos los coches que se comercialicen en la Unión Europea.
Desde el pasado sábado 1 de noviembre todos los vehículos y comerciales ligeros con pesos inferiores a los 3.500 kilos deben fabricarse con el ESP como medida de seguridad obligatoria. De esta forma se consigue que todos los nuevos vehículos sean más seguros, al incorporar este sistema a los que muchos no prestan atención y que en muchos casos es un opcional que no se escoge, mientras se presta más atención a sistemas multimedia o cuestiones estéticas.
Primer modelo en montar ESP. Tenía que ser Mercedes.
¿Cómo nació el ESP?
El primer sistema de ESP (Electronic Stability Program) fue ideado por Bosch en el año 1978. Al igual que ahora, este sistema se basaba en el funcionamiento del sistema del ABS pero era todavía muy rudimentario y el primer coche en equipar el ESP, el Mercedes W140, no llegó hasta el año 1995. A partir de ahí la propia Mercedes fu extendiendo el sistema a lo largo de su gama, mientras que otros fabricantes comenzaban a equiparlo. Costó bastante tiempo que la mayoría de coches llegaran a ofrecerlo, sobre todo los más pequeños, pero hoy día son pocos los coches que no pueden tenerlo, al menos como opción.
El ESP trata siempre de mantener la