Finalmente la cita de los dobles puntos en el circuito de Yas Marina fue decisiva tal y como deseaba Bernie Ecclestone. Aunque no fue la doble puntuación la que decidió el Campeonato, afortunadamente. La carrera más tensa de la temporada para Lewis Hamilton y Nico Rosberg empezó con total normalidad con un Hamilton que fue a por todas y gracias a una salida brillante pudo establecerse en la primera posición.
Valtteri Bottas, con el Williams protagonizó una mala salida que le relegó hasta la octava posición y a partir de entonces tendría que esperar a protagonizar una remontada para llegar al objetivo de la carrera, ni más ni menos que el podio. Durante esa primera vuelta, después de que Nico Hülkenberg forzase a Kevin Magnussen a salirse de la pista, iba a ganarse la primera sanción de la carrera, un Stop and Go de cinco segundos que iba a efectuar en su primera parada en boxes.
Poco a poco, los pilotos iban a establecerse en sus posiciones y la carrera entraría en un punto intermedio tranquilo, esperando cada uno su momento para atacar al piloto de delante. Instantes después, Daniil Kvyat, que salía quinto gracias a la exclusión en la calificación de los dos Red Bull, hizo un trompo con la mala fortuna de que su Toro Rosso no iba a reanudar la marcha, siendo el primer retirado en una carrera que prometía mucho para el ruso de la escudería de Faenza.
Y entonces iba a saltar el momento clave de la carrera. Misteriosamente Nico Rosberg iba perdiendo terreno respecto a Lewis Hamilton, el alemán no entendía lo que estaba sucediendo y fue cuando desde el muro del equipo Mercedes le informaban que su ERS estaba fallando, perdiendo 160 caballos de potencia y poco a poco acabaría yéndose hacia atrás en la clasificación.