Las marcas asiáticas tienen en sus países de origen una reputación que no tienen en Europa. Todas ellas ofrecen modelos de lujo que nada tienen que envidiar a muchos europeos, pero entrar en este segmento es muy complicado en el viejo continente, donde por lo general los coreanos son asociados con clichés como los de los coches baratos y los japoneses con coches duraderos pero sencillos. Modelos como el Hyundai Genesis nos demuestran de lo que son capaces y ahora la marca coreana se atreve también con el Hyundai Aslan.
Este modelo queda situado por debajo del Genesis en cuanto a precio, imagen y equipamiento. Inicialmente será vendido en Corea del Sur, donde se espera un volumen de 22.000 unidades anuales. A diferencia del Genesis no está previsto que se comercialice en Europa, ya que es un modelo que no tiene cabida en la gama y su demanda no sería muy alta, entre otras cosas porque solo ofrece mecánicas gasolina de cilindradas poco comunes por estos lares.
Bajo el capó hay dos opciones V6 de gasolina, la primera con 3.0 litros de cilindrada que entrega 270 CV y 310 Nm de par y la segunda con 294 CV y 346 Nm extraídos de un bloque algo más grande, con 3.3 litros de cilindrada. En ambos casos la tracción es delantera y la caja de cambios automática de seis relaciones. No hay versiones de tracción total ni de cambio manual.
El interior muestra una realización de alta calidad y un diseño claramente inspirado en el de su hermano mayor, el Genesis. Como modelo premium que es ofrecerá un alto nivel de acabado con tapicería de cuero, inserciones de madera y amplísimo equipamiento en el que no falta todo lo que ya es imprescindible en un coche de gama alta. El control de crucero adaptativo,