Especialmente desde el inicio de la crisis, hemos visto proliferar en el mercado infinidad de marcas baratas de neumáticos. Muchas de estas pertenecen a las grandes marcas reputadas, que ofrecen productos más económicos a los de su marca líder, aunque también con especificaciones menores. Esto siempre es una garantía, pero muchos clientes siguen sucumbiendo ante los neumáticos de marcas aún más baratas que no cuentan con el respaldo de uno de los grandes.
Decir eso de que los neumáticos son los único que te une al suelo es tan de perogrullo como cierto y aunque muchos apostamos por la calidad en los neumáticos, muchos siguen mirando el precio, en muchos casos porque no se pueden permitir las ruedas que quieren. Ante una mayor demanda de ruedas baratas, Michelin quiere incrementar la producción de sus marcas más económicas, como Tigar, Kormoran y Riken para así hacer frente a unas mayores importaciones de neumáticos de procedencia china.
En la reciente conferencia Challenge Bibendum de la marca, Jean-Dominique Senard, CEO de Michelin, ha dicho que quieren aumentar su mix de ventas en cuanto a neumáticos baratos ante una mayor demanda de estos. Actualmente entre un 15 y 20% de la producción de ruedas del grupo corresponde a los neumáticos de gama baja y se espera incrementar esas cifras hasta un 25 o 30% en un plazo futuro de entre cinco y diez años.
En estos momentos la mitad de los neumáticos que se importan a Europa son fabricados en China y corresponden a nuevas marcas que ven su nicho de mercado en aquellos clientes que solo buscan precio. Pero como siempre, estos neumáticos baratos van mejorando poco a poco, sobre todo en la resistencia a la rodadura, que hace bajar los consumos, siendo este uno de los factores que más consultan los clientes en el etiquetado