Desde la mentalidad de un apasionado de la conducción, pensar en BMW es hacerlo en coupés muy estilizados y divertidos, los Serie 3 ya hora Serie 4; en berlinas prácticas y ágiles, también la Serie 3 y la Serie 5; en sugerentes deportivos, como el Z4; quizás también en su lado más modesto, el del compacto, el de la Serie 1. Pero lo que quizás no sabías es que BMW no vende, ni mucho menos, tantas berlinas, tantos coupés, tantos compactos o tantos deportivos, como SUV. Toma nota: hoy en día uno de cada tres modelos vendidos por BMW es un SUV, un BMW X.
Todo comenzó hace ahora 15 años. La letra X ya había tomado un significado similar al actual allá por 1985, el BMW Serie 3 E30 completó su oferta con una versión con tracción a las cuatro ruedas, el 325iX, y esa X haría referencia a su tracción total. Pero el primer SUV de BMW no llegaría hasta 1999, el BMW X5, un intento por cubrir un nicho que a la postre se convertiría en uno de los más importantes para un fabricante premium como este. Y si no que se lo digan a Porsche. Los de Stuttgart a día de hoy venden más SUV que berlinas (Panamera) y que deportivos (Boxster, Cayman y 911), más de la mitad de los Porsche fabricados son SUV.
Con una oferta de modelos tan nutrida como la de BMW, la presencia de los SUV no es tan llamativa como en el caso Porsche. Aún así, pensemos que la gama X de BMW tiene entidad suficiente casi como para ser considerada una marca en sí misma. Tras el BMW X5 llegó el BMW X3, un todocamino más compacto. El BMW X1 se erigió más cercano a un crossover económico, casi como el