En los últimos años las cajas de cambios automáticas han evolucionado a pasos agigantados. Cada vez funcionan mejor y más rápidas y las transmisiones de doble embrague o convertidor de par están más evolucionadas. El patito feo aquí siempre han sido las cajas de transmisión continua variables, las CVT. Sobre el papel son indudablemente la mejor opción y aunque antiguamente no eran satisfactorias de conducir y fueron protagonistas de problemas de fiabilidad, son muchos los fabricantes que están apostando por desarrollar estas transmisiones como forma de reducir los consumos. Audi, en cambio, dejó las CVT de lado.
Ford es quien ahora se está replanteando volver a incorporar esta tecnología en sus vehículos, pese a no haber cosechado buenos resultados en intentos anteriores. El fabricante reconoce que estas cajas de cambio son cada vez mejores y que permiten reducir los consumos de forma notable. Se estaría pensando introducirlas en los motores con poco par motor. Para modelos potentes Ford ya tiene unas efectivas PowerShift y también automáticas de convertidor.
Caja de cambios CVT Lineartronic de Subaru diseccionada
Actualmente fabricantes como Nissan, Honda, Subaru y Toyota son los que más apuestas por esta tecnología, mientras que Audi dejó las CVT de lado. Sobre el papel una caja CVT es la mejor solución, ya que permite relaciones infinitas entre la más corta y la más larga posibles. Así el motor puede girar siempre en el régimen óptimo, aprovechando al máximo el par disponible y reduciendo los consumos. El principal problema de estos cambios está en el agrado de uso. Cada vez son más los fabricantes que en fuertes aceleraciones escalonan los cambios de marcha para evitar esa sensación desagradable del motor subiendo de vueltas y sonando sin cesar, como si de una vespino se tratara.
Fuente – Automotive News
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