2014 se acaba, un año intenso en cuanto a trabajo en Diariomotor y aún más en lo que a actualidad y novedades se refiere. La tecnología ha dejado de ser un aspecto deseable e importante en un coche para convertirse, en muchos casos, en su mejor carta de presentación, en la faceta más destacable de un coche e incluso en una de las primeras características que considera el cliente para adquirir un coche. La tecnología es, en última instancia, garantía de seguridad, eficiencia y confort, también prestaciones.
Hoy en día la tecnología que incorpore un coche puede ser la que marque la diferencia para que muchos clientes decidan comprarlo o descartarlo.
Los deportivos modernos no serían tan rápidos y efectivos sin un despliegue tecnológico que va más allá de lo que cualquier homologación FIA de competición permitiría. Nuestros coches son cada vez más seguros gracias a un despliegue de sistemas que están pensados para corregir nuestros errores, evitar despistes y, cuando el accidente ya es inevitable, proteger la integridad de los ocupantes.
En lo tecnológico, 2014 ha sido un año muy prometedor. El coche autónomo ha dejado de ser ese objeto, casi de ciencia ficción, para convertirse en una realidad en carreteras públicas, y quién sabe si muy pronto, en unos años, en los concesionarios. El coche conectado también ha dejado de parecernos una visión futurista, y con el hecho de que casi ningún coche prescinda a día de hoy – al menos como opción – de sistemas que lo conectan permanentemente a internet, tan solo nos queda por saber cuándo ese coche será capaz de comunicarse con otros coches y con la infraestructura.
Marcas como Audi, BMW o Mercedes-Benz han seguido haciendo gala de la innovación tecnológica que han liderado durante años. Y otras como Jaguar – Land Rover y Volvo han convertido