El nuevo MINI ya es más coche y menos Mini. Ha crecido bastante en tamaño, adaptándose de esta forma a un mayor número de potenciales clientes que demandan espacio. Como es habitual en este coche, los rasgos maestros de diseño permiten que cualquier persona lo identifique exteriormente como un Mini. El coche es más grande, con unas plazas traseras utilizables y un maletero que aunque pequeño, es mucho más aprovechable que el anterior. Como suele ocurrir en la gama Mini, es uno de los coches más caros de su categoría.
Estrena una nueva generación de motores de 3 cilindros con turbo con los que reducirá consumo y emisiones, reservando las mecánicas cuatro cilindros para las versiones más deportivas Cooper SD, Cooper S y el recién presentado John Cooper Works que verá la luz a finales del 2015. También estrena equipamientos de gran carga tecnológica y por supuesto, manteniendo la capacidad de personalización característica de Mini.En esta ocasión probamos el MINI Cooper S, todo un capricho propulsado por un motor de 192 CV con turbo, hasta el momento la versión más potente de la gama que se comercializa.
Diseño exterior
Salta a la vista que BMW ha decidido preservar la figura del MINI tanto como sea posible, hasta el punto de que es necesario ser algo entendido para reconocer de un vistazo de qué generación se trata… lo cual es mucho decir teniendo en cuenta que son 3 generaciones a lo largo de 14 años.
Sus dimensiones han crecido en 100 mm de largo, 30mm de ancho y solo 7 mm de altura (en total 3.850 milímetros de largo x 1.727 de ancho y 1.414 de alto) , destacando la mayor distancia entre ejes. Las proporciones se han mantenido asombrosamente bien, y hay que ser muy observador para fijarse en detalles como que los pilotos