Recuerdo como el Tata Nano en su momento revolucionó los medios de comunicación. El coche más barato del mundo, el que iba a revolucionar India y que incluso llegaría a Europa. Finalmente el pequeño Tata Nano no cosechó el éxito esperado, ni de lejos, y pasó a quedar en el olvido. Ahora rara vez sale a la luz este modelo low-cost, aunque hoy bien merece la pena hablar de él.
Ya te habrás dado cuenta de que el Tata Nano que encabeza el artículo no está de serie. Se trata de una preparación de JA Motorsports que entrega nada menos que 230 caballos de potencia, prácticamente 7 veces más de lo que entrega su motor gasolina de dos cilindros y 624cc de serie. Aquí no hablamos de una potenciación, sino de un swap, ya que sobre el eje trasero y ocupando el espacio de los asientos posteriores descansa un motor de 1.3 litros de cilindrada, el corazón de este Super Nano.
Pero además del motor, este Nano ha recibo una extensa lista de modificaciones. A primera vista destaca el kit de carrocería ensanchado con paragolpes delantero y trasero específicos, que tienen como finalidad acoger el mayor ancho de vías de este pequeñín. Los neumáticos son unos slicks de competición MRF ZLO que asegurarán el mejor agarre para este utilitario con una relación peso potencia muy buena, de 2,6 kilos por CV. El diseño exterior lo rematan las lunas tintadas en negro y los pilotos traseros ahumados.
En el interior, del que no tenemos imágenes, hay una jaula antivuelco, asientos bucket, volante deportivo con levas y un salpicadero en fibra de carbono. El coste de este proyecto para JA Motorsports ha sido de algo más de 32.000 euros. Se convierte así en el Tata Nano más caro del mundo, cuanto menos paradójico, y