En las calles y carreteras convivimos coches, ciclistas y peatones, pero el punto crítico de esta convivencia ha estado siempre entre los vehículos a motor y los ciclistas. Constantemente vemos adelantamientos irrespetuosos a los ciclistas. Pese a que se repite hasta la saciedad, hay conductores que no saben que tienen que guardar 1,5 metros de separación o más al adelantar a un ciclista y que en estos adelantamientos se puede rebosar la línea continua si la hubiera, siempre que no se ponga en peligro a vehículos o ciclistas que circulen por el carril contrario.
Pero circulando en varias ocasiones por estrechas carreteras de montaña en la que abundan los ciclistas no encontramos con otro problema. Mucha veces un ciclista puede estar oculto por la curva, y nosotros llevarnos un susto al encontrárnoslo en mitad de nuestra trayectoria, con el consiguiente riesgo de accidente por la diferencia de velocidades. Volvo presentará en el CES de Las Vegas una tecnología que por primera vez conecta a conductores y ciclistas.
Volvo, el fabricante de equipamiento deportivo POC y Ericsson son las tres compañías involucradas en este proyecto de comunicación de dos vías entre coches y bicicletas. El concepto se basa en un sistema de comunicación integrado en el coche (como muchos de estos sistemas entre vehículos) y otro integrado en el casco del ciclista. De esta forma ambos podrán recibir alertas por proximidad y evitar posibles accidentes.
El sistema funciona conectando tanto el coche como el casco a una determinada aplicación para smartphones, que actualiza constantemente las posiciones de ambos vehículos. Si se detecta que pudiera haber peligro de colisión, ambos son alertados por el sistema. Un giro en una esquina, una curva, intersecciones o conducción por la noche son algunas de las situaciones en las que este sistema podría ser de gran utilidad. El conductor