Para cada modelo que BMW lanza al mercado, hay una línea de accesorios M Performance. Estos están ideados para aquellos clientes que no quieren o no pueden asumir un auténtico BMW M, pero quieren algo más que los modelos de serie. El último en recibirlos es el BMW Serie 2 Cabrio, un modelo que no tiene versiones M en la gama, siendo el modelo más radical el M235i, precisamente un modelo firmado por M Performance.
La marca bávara comienza en su catálogo de accesorios M Performance con unos faldones laterales y un difusor en el paragolpes traseros. Los Adhesivos en las taloneras y en el nervio principal de la carrocería en su vista lateral aportan un toque llamativo, junto a las carcasas de los retrovisores en fibra de carbono y las distintas llantas de aleación ligera de 19 pulgadas que pueden escogerse en combinación bicolor (negro y aluminio) o pulidas. Las colas de escape pueden ser cromadas o de fibra de carbono.
De cara al interior la marca alemana ofrece su típica combinación de Alcantara y fibra de carbono, para conseguir un ambiente deportivo a la vez que de gran calidad. El volante puede estar recubierto de estos dos materiales y además ofrece la posibilidad de tener el Race Display con indicador de revoluciones. Los pedales de aluminio, los umbrales de puerta iluminados y la llave en Alcantara y fibra de carbono completan la lista de los accesorios M Performance más destacados.
Pero no todo se limita a la estética. Al igual que en otros modelos se ofrece un kit de potencia, que mejora las prestaciones. En este caso el BMW 220d cabrio de 190 caballos pasa a entregar 204 caballos y completa el 0-100 en 0,3 segundos menos. Teóricamente no hay un incremento del consumo de combustible (de ente 4,4 y 4,7