¿Te suena de algo Sinclair? ¿Y ZX Spectrum (ver Wikipedia)? Clive Sinclair es un prolífico inventor británico al que se le atribuyen creaciones tan diferentes como la primera calculadora electrónica de bolsillo, o uno de los primeros ordenadores personales que gozaron de cierta popularidad entre las familias medias europeas, el ZX Spectrum. Pero, cuando decenas de miles de ZX Spectrum ya habían invadido los hogares de medio mundo, en 1985, Sinclair tuvo otra idea revolucionaria, un nuevo sistema de transporte personal. Y mirando atrás no podríamos definirlo de otra forma que como un adelantado a su tiempo, el Sinclair C5.
El Sinclair C5 fue ideado por el mismo inventor que originó el famoso ZX Spectrum, uno de los primeros ordenadores personales que conquistó – con sus famosas cintas – los hogares europeos en los ochenta.
Hoy en día no nos extrañaríamos si viéramos por la calle a un señor paseando en un Segway. Tampoco nos extrañamos cuando nos llegan, sobre todo desde Japón, las soluciones más estrafalarias para cumplir un cometido que encantará a los más vagos, moverte por la oficina sin dar un paso – véase el Honda U3-S. Pero imaginaos el shock que tuvo que causar en su día la presentación del Sinclair C5, un triciclo eléctrico con unas prestaciones muy limitadas, a favor de una sostenibilidad incomparable con la de cualquier otro vehículo motorizado de la época.
La sorpresa de aquellos que se encontrasen con un Sinclair C5 por la calle tuvo que ser mayúscula porque, aunque estuvieras pensando lo contrario, este triciclo sí llegó a comercializarse. En cualquier caso, su muerte prematura, apenas nueve meses después de su lanzamiento, la quiebra de la empresa que se encargó de producirlo y las escasas 9.000 unidades que se venderían – de 100.000 previstas inicialmente para ese año – puede servir de