Sin duda tres, no tienen porqué ser siempre multitud. Sobre todo si el trío lo forman los tres mejores superdeportivos del momento. Y es que no imagino bajar a mi garaje y encontrarme allí, descansando, a un Porsche 918 Spyder, un McLaren P1, y un Ferrari LaFerrari. Bueno, imaginármelo sí, el problema es cuando llega la hora de despertarse…
Pues este sueño que todo amante de las cuatro ruedas desearía que se convirtiera en realidad, es el que en la actualidad vive Paul Bailey, un coleccionista de coches. Paul, se ha hecho con los tres, sí, con los tres. Y es que, al margen del desorbitado precio que hay que pagar por cada de uno de ellos, las unidades que se han puesto a la venta no superan en ninguno de los tres casos las mil.
Y la historia de cómo llegaron estas tres joyas de la automoción a las manos de Paul Bailey es igual de sorprendente. Según parece, el mismo cogió su flamante McLaren P1 que acababa de recoger hacía unas semanas y se encaminó a por su nueva adquisición, el Ferrari LaFerrari. Ni corto ni perezoso, tras recoger al italiano, pusieron rumbo su mujer y él, uno en cada coche, a recoger al tercer miembro de este trío de ases, el Porsche 918.
Para ponerte la carne aún más de gallina y la envidia todavía más a flor de piel, te cuento. El Ferrari LaFerrari esconde bajo su piel un motor V12 de 6,3 litros que desarrolla 800 caballos de potencia. Junto a éste, otro eléctrico de 163 CV que suman al conjunto un total de 963 CV y 900 Nm de par.
Desde Woking, con mucho, mucho, amor, el McLaren P1, un superdeportivo de 916 CV. Al igual que el de Maranello, el P1 se mueve gracias a una configuración híbrida. Su motor