A lo largo de los últimos meses han aparecido informes que anunciaban cada vez menos Bugatti Veyron disponibles. Eran pocos los que aún quedaban por vender para terminar con la producción prevista, y ahora parece que el Veyron nos dirá adiós de forma definitiva este año 2015.
En una entrevista para Auto Motor und Sport, el presidente de Bugatti ha dejado caer que será en el Salón de Ginebra cuando celebren el haber alcanzado el hoto de fabricar las 450 unidades del Veyron que inicialmente se previeron. Ha sido un trabajo duro que ha tardado numerosos años en completarse.
En la entrevista, Dürheimer asegura que su coche no es un superdeportivo más, sino una pieza de arte. Efectivamente, el Veyron consiguió alzarse como el superdeportivo más rápido de todos los tiempos, el más potente y el más caro. Y, además, ostentó el título durante un periodo de tiempo que pocos igualarán.
Todos sabemos que Bugatti esté desarrollando un sucesor, un superdeportivo que, por ahora, conocemos como Chiron. No será, según el fabricante, un superdeportivo millonario más, sino que tiene que superar y hasta sepultar los números que afamaron al Veyron.
Será, por tanto, más potente, más caro, más exclusivo y más rápido, lo que ha llevado a Dürheimer a contemplar que el coche podría tardar todavía unos años en llegar a la producción. Es por ello que lo compara con una pieza de arte, asegura que sus compradores entienden que una obra de estas características merece y necesita de un tiempo indefinido en su creación.
Si nos guiamos por las palabras del presidente de Bugatti, podemos esperar una celebración en el próximo Salón de Ginebra, en apenas un mes, para despedir definitivamente el Veyron. Descartable no es una última edición especial, probablemente presentada allí, y probablemente la más exclusiva de entre todas las que se