El King of the Hammers se define como una de las carreras todoterreno más duras del mundo. Un campeonato nacido en 2007 que combina la velocidad y el control en pistas rápidas en pleno desierto de Johnson Valley, a dos horas por carretera de Los Ángeles, con la habilidad para escalar por paredes de roca como la que se nos muestra en este vídeo. Aunque hay carreras de motos y quads, probablemente la actuación más impresionantes sea la de los todoterreno, máquinas en muchos casos artesanales que solo han de cumplir con un requisito para su homologación, contar con tracción a las cuatro ruedas.
Estos todoterreno han de contar con holgura de suspensiones y reductoras para escalar entre rocas y a la vez desarrollos largos para alcanzar puntas sobre los 160 km/h.
El que ves es un vídeo on-board de uno de los participantes en la carrera de este año, celebrada este mismo fin de semana. Sus organizadores aseguran que el evento a día de hoy es todo un éxito. En 2007, la carrera involucró a doce “chalados” compitiendo por un barril de cerveza. En sus últimas ediciones ha llegado a reunir a cientos de participantes y decenas de miles de espectadores.
Pero más allá de lo divertido que pueda resultar pasar el día en un desierto rodeado de coches todoterreno, y de lo espectacular que resulta ver escalar paredes de roca al buggy del equipo Campbell Racing, me gustaría que nos fijáramos en otro detalle, en otra característica realmente espectacular de estos todoterreno. La variedad de las pruebas a las que tienen que enfrentarse los participantes hacen que sus preparaciones deban contar con suficiente fuerza, reductoras y holgura de suspensiones para escalar entre rocas, y a la vez desarrollos lo suficientemente largos como para alcanzar puntas a menudo superiores a los 160