Tercera y última parte de la prueba del Mitsubishi Space Star la que afrontamos hoy. Hemos convivido durante más de una semana con este pequeño utilitario con motor 1.2 gasolina de 80 caballos. Ya hemos repasado su diseño y su habitáculo, así como las prestaciones que nos ofrece. Ahora es el momento del veredicto y de repasar la gama de precios y versiones del Space Star.
Contra todo pronóstico, este es un coche que me ha acabado gustando mucho y pareciéndome muy interesante. No va a conquistar a nadie por su diseño, pero es un producto inmejorable en cuanto a relación calidad-precio-equipamiento. Es una compra muy sensata (y económico) para quien esté buscando suplir sus necesidades de movilidad en una gran ciudad.
El Mitsubishi Space Star presenta un habitáculo espacioso pese a su reducida carrocería, una maniobrabilidad francamente buena y una respuesta del motor muy satisfactoria, con unos consumos de combustible muy moderados. No ofrece llamativos elementos de personalización, de hecho solo hay cuatro colores disponibles (sobreprecio de 300 euros los metalizados) pero la competencia que si lo hace es más cara, con menos equipamiento, motores menos potentes y un tamaño menor que hace que el coche no sea tan versátil. Es la compra lógica, uno de los mejores utilitarios del mercado teniendo en cuenta muchas variables.
La gama del Mitsubishi Space Star es extremadamente limitada, con solo dos opciones disponibles. Los acabados son Challenge y Motion y cada uno de ellos va asociado a un motor. El primero hace uso de un 1.0 de tres cilindros y 71 caballos, mientras que el segundo ya es un 1.2, también tricilíndrico, con 80 caballos. Teniendo en cuenta la diferencia de precio de 1.100 entre ambos, a mi juicio no merece la pena optar por el Challenge.
El acabado Motion nos ofrece un motor más potente,