El Opel Corsa es toda una referencia en su segmento. Es uno de los coches más importantes para Opel y también para la fábrica española de Figueruelas, donde se producen la mayoría de las unidades. A lo largo de sus más de tres décadas de historia, el Opel Corsa ha tenido cinco generaciones, contando la que se ha lanzado recientemente, y se han comercializado más de 12.400.000 unidades del utilitario.
La quinta generación del Opel Corsa (E), que es la que nos ocupa hoy, ha sido algo polémica. Hay muchos que la consideran un restyling, pero creo que voy a romper una lanza en favor de Opel. Es cierto que la carrocería es la misma (se ve en las líneas laterales) pero los cambios a nivel de estructura, chasis, mecánicas, acabados interiores y equipamiento son tales, que sería injusto meter al nuevo Opel Corsa en el saco de los restylings.
El Corsa E no ha crecido de forma significativa con respecto al modelo anterior. Mide 4,02 metros en sus carrocerías de tres y cinco puertas. Es un incremento de dos centímetros, achacable a unos paragolpes más prominentes. El peso se mantiene también prácticamente invariado. Su diseño se rejuvenece por completo, adoptando sin lugar a dudas el lenguaje de diseño de la marca, con elementos que nos recuerdan al Adam, al Astra o al Meriva.
El interior da un salto cualitativo importantísimo, también en diseño. Plásticos más blandos en la parte superior y buenos ajustes. La ergonomía no es a mi juicio su punto fuerte, ya que el equipo multimedia queda situado demasiado bajo, igual que los mandos de la climatización. El habitáculo es espacioso, con unas plazas traseras generosas en las que personas altas podrán viajar sin problemas de espacio longitudinal ni de altura, aunque mejor si en el caso de adultos solo