Que los límites de velocidad en ocasiones son un tanto absurdos, no hace falta que lo repitamos, pero saber que por regla general has de cumplirlos para evitar un accidente, es imprescindible para evitar desgracias. La DGT nos ha mostrado una imagen captada desde las cámaras de seguridad que pueblan nuestras carreteras. No se trata de una de esas cámaras que inmortalizan excesos de velocidad. Sino de una de las muchas cámaras que se utilizan desde los centros de control para regular el tráfico, y también para atender con rapidez un accidente, o incluso determinar las causas y culpabilidades.
La causa del accidente no es una incorporación temeraria, sino la pérdida de control precedente.
En este caso la DGT ha colgado el vídeo en su canal de Youtube haciendo un diagnóstico de la situación a mi juicio erróneo, recordando las precauciones que hemos de tomar al incorporarnos a una autovía o autopista:
La incorporación a una autovía o autopista requiere observar, señalizar, acelerar y ejecutar si las condiciones lo permiten. Si no, hay que esperar porque de lo contrario, puede acabar mal. Es un ejemplo.
Es una información importante, prácticamente una perogrullada para cualquier conductor, pero me da la sensación de que esa no ha sido la causa del accidente. La iniciativa de la DGT de publicar estos accidentes me parece muy acertada para mejorar la cultura de la seguridad vial, pero al menos deberían analizarse con más detenimiento las causas, e incluso facilitar más datos – respetando la privacidad, por supuesto – del atestado de los agentes de Tráfico. Algo que me parece como mínimo indispensable para que estos vídeos sirvan de algo.
¿Qué provoca una pérdida de control así?
Un exceso de velocidad, un mal mantenimiento del vehículo (baja presión de neumáticos o gran desgaste), o la falta de adherencia del asfalto, pueden ser